La crianza positiva es un enfoque que nos invita a criar a nuestros hijos con respeto, empatía y comunicación abierta. Pero, ¿alguna vez pensaste en lo importante que es cuidar de vos mismo como cuidador? En este artículo, me interesa que exploremos cómo podés mejorar tus prácticas de crianza cuidándote a vos mismo.
¿Qué es la Crianza Positiva?
La crianza positiva es una disciplina que se basa en ver al niño con una mirada respetuosa y comprensiva, creando un ambiente donde puedan desarrollarse emocional, social e intelectualmente. Se trata de fortalecer la relación entre padres e hijos a través de la comunicación efectiva, el establecimiento de límites claros y la resolución pacífica de conflictos.
La Importancia de Cuidar de Vos Mismo
Como padres y cuidadores, enfrentamos desafíos diarios que pueden afectar nuestro bienestar físico y emocional. El estrés, la falta de sueño y las demandas constantes pueden llevarnos a sentirnos agotados. Si no nos cuidamos, es difícil ofrecer una crianza positiva.
Estrategias para Cuidarte
1. Practicar la Autoempatía: Reconocé y validá tus propias emociones. Permítete sentir y procesar lo que estás viviendo para reducir el estrés. Comunícalo a tus hijos y familiares, poniéndole nombres a esa emoción que sentís. Para ello existen múltiples recursos. Yo te recomiendo el Animómetro de Yale que relaciona el nivel de energía con el nivel de bienestar.
2. Tiempo para Vos: No tiene que ser “el” plan. Basta con reservar momentos para hacer actividades que disfrutes. Esto te ayudará a recargar energías. No juzgues tus gustos, entregate a ellos. Personalmente, hay días que tengo ganas de pintar, otros de cocinar, otros de hablar con amigas, otros de hacer una torta, otros de maratonear con Netflix, otros de ir al gym y ¡hasta me dan ganas de escribir y estudiar!. Lo importante es que es MI MOMENTO.
3. Buscar Apoyo: Hablá con amigos, familiares o uníte a grupos de apoyo. Compartir experiencias puede ser muy reconfortante. Vivimos una época de aislamiento social, donde la maternidad se vive con mucha soledad. Es fundamental tender redes de contención para transitar estos años de tantos desafíos. Siempre cuento que mi grupo de amigas del club me salvó la vida más de una vez. Mi segunda hija Jazmín fue diagnosticada con alergia a la proteína de leche de vaca. Durante 6 meses para sostener la lactancia exclusiva me sometí a una dieta sin lácteos, sin soja, sin frutos secos y sin huevo, para evitar la reacción cruzada con otras proteínas. Si no hubiera sido por mi grupo no hubiera podido. Pao me cocinaba postres imposibles y me traía helado, Mari y Juli le ponían el oído a mis quejas y llantos. Siempre voy a estar a favor de la amistad como gran aliada de la maternidad.
4. Mindfulness y Meditación: Estas prácticas pueden ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu claridad mental y paciencia. Si bien parecen imposibles de implementar cuando una es mamá porque tiene que atender demandas casi constantes, encontrar espacios para simplemente disfrutar de un momento de silencio o contemplación genera mucha paz interior.
Beneficios para tus hijos
1. Modelar Comportamientos Saludables: Los chicos aprenden observando. Mostrar cómo te cuidás y manejás tus emociones les enseñará habilidades valiosas para su vida.
2. Comunicación Abierta: Fomentá un diálogo abierto sobre emociones y experiencias para fortalecer el vínculo y la comprensión mutua.
3. Tiempo de Calidad: Tenes disponibilidad emocional y ganas para pasar tiempo de calidad con tus hijos, sin distracciones. Esto fortalece las relaciones y permite una conexión emocional profunda.
Conclusión
La crianza positiva no solo trata de cómo interactuamos con nuestros hijos, sino también de cómo nos cuidamos a nosotros mismos. Al enfocarnos en nuestro bienestar podemos crear un ambiente más amoroso y equilibrado, fomentando el desarrollo saludable y feliz de nuestros hijos.

